sábado, 11 de abril de 2009

Helando el fuego

Entonces te das cuenta que la razón es frío hielo y la pasión puro fuego. Que el pensamiento no te atrae, mientras el corazón te refugia y te enciende. Que el primero se deshace fácilmente si la pasión crece. Y que, por tanto, cuando ambos se encuentran siempre es la pasión la que nubla la mente. Sube el humo ardiendo del corazón a la cabeza y no permite que esta vea la realidad. Pero por suerte, ese humo indica que ese fuego se está acabando y que el hielo deshecho se pueda volver a formar para que, ahora sí, la razón vea con frialdad todo aquello que la pasión cegaba con sus llamas.

1 comentario:

  1. El día que la fría razón pueda con mi feroz corazón...estaré muerta...

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